sábado, 4 de marzo de 2017

Adaptaciones ¿Son estas verdadera atención a la diversidad?




Cuando hablamos de “adaptaciones” pareciera que en ellas se halla la única solución con la que atender adecuadamente tanto las dificultades propias de la lectoescritura como la diversidad intelectual que estos estudiantes muestran. 


El ser humano en su constante deseo de traspasar sus límites y  compartir sus experiencias ha creado diversas formas de comunicación, entre ellas el lenguaje escrito.  Un lenguaje inventado que como tal debe de ser enseñado y aprendido al contrario de lo que ocurre con el lenguaje oral,  que es asimilado en la edad infantil de forma espontánea  por medio de la exposición.

 El lenguaje escrito  utiliza signos gráficos como medio de codificación del lenguaje oral, signos que deberán de ser decodificados nuevamente en el momento de la lectura. 

Pero ¿por qué un grupo de seres humanos no realiza con éxito esta decodificación de signos?

En la neurociencia y la psicología evolutiva encontraremos la repuesta a esta pregunta; diferencias en estructuras neuronales, sus procesos mentales y manifestaciones conductuales, así como cambios sistemáticos atípicos.  Aunque también desde estas mismas fuentes, la neurociencia cognitiva y la psicología, hallamos una explicación sencilla y lógica, mucho  menos extendida pero no por ello menos cierta.

“El lenguaje escrito no fue creado con patrones adecuados para cerebros que se desarrollan a través de las capacidades viso-espaciales”


A lo largo de los tiempos, la evolución del cerebro de los seres humanos se declinó por un mayor desarrollo en su hemisferio izquierdo. Tal hecho inclinó la balanza hacia las habilidades, destrezas y características que en este hemisferio reside y a través de ellas, en su mayoría,  el rumbo científico,  tecnológico, social, cultural y educativo de las sociedades humanas.

  Una de estas declinaciones “el lenguaje escrito” creado y desarrollado por los torrentes intelectuales de los humanos, en su mayoría de pensamiento auditivo-secuencial.
La otra minoría se compone de semejantes que heredaron un tipo de pensamiento diferente, un pensamiento que se enciende en el hemisferio cerebral derecho y que se conoce como pensamiento viso-espacial. 


Pensadores viso-espaciales que crecen y se desarrolla abrazados por un manto de intensidad emocional y de creatividad inagotable. Individuos musicales que desde pequeños encajan el puzzle de vida con mirada divergente y que caminan a sus anchas dentro de la tridimensionalidad que nos envuelve. Seres profundamente conectados con la razón y en los que el juicio holístico predomina sobre el particular convirtiendo  “el todo” en la respuesta a su existencia.


Pensadores sorprendentemente intuitivos que neurológica y sensorialmente están diseñados para aprender a través de las experiencias que incesantes, llegan a borbotones por  sentidos amplificados que están conectados de forma continua y profunda con el entorno que les rodea.


Cuando disfrutas de todas estas competencias acceder a un lenguaje escrito que se desarrolla en un formato plano, falto de sentido en sí mismo y encorsetado en patrones de aprendizaje que fueron creados por y para otro tipo de pensadores, lejos de ser tarea fácil se convierte en una encrucijada que se enmaraña dentro de un cerebro extraordinariamente complejo y diferente. 

  La lectoescritura se aprende y perfecciona gracias a distintas áreas cerebrales que se activan en los cerebros de los pensadores auditivo-secuenciales. "Estas áreas no se encuentran estimuladas en cerebros de  pensadores viso-espaciales que se ven afectados por dislexia" En ellos, como ya hemos visto, se despiertan otros campos diferentes que promueven capacidades distintas.

“Pretender enseñar a pensadores viso-espaciales empleando los mismos métodos con los que impartimos la enseñanza a aquellos aprendices de pensamiento auditivo-secuencial, además de ser neurobiológicamente imposible, no parece tener mucho sentido”  
Entender la excepcionalidad de estas personas que desde niños avanzan  y maduran acompañadas de competencias propias y  necesidades cognitivas diferentes, debería ser la premisa antes de  decidir cuál debe de ser el rumbo educativo y  cuáles serían  las atenciones y adaptaciones más adecuadas. 


Pensadores viso-espaciales o auditivo-secuenciales

Podríamos incluir a nuestros estudiantes en uno de estos dos grupos y con ello adecuar nuestras escuelas a sus necesidades pero estaríamos incurriendo    en un importante error pues, aunque en esta clasificación podamos encontrar respuestas a algunas de nuestras preguntas sobre dislexia, la realidad es que cada individuo es excepcional y se desarrolla a través de sus propias inteligencias.   


Esta no es una afirmación personal, esta es una evidencia que ya fue promovida en 2011  por nuestros más altos representantes que  otorgaron el premio Príncipe de Asturias de Ciencias a Howard Gardner, precursor de la "Teoría de las inteligencias Múltiples", considerada decisiva para la evolución del modelo educativo al tomar en consideración las potencialidades innatas de cada individuo.    

“Transformar la escuela un lugar en el que cada individuo  encuentre el espacio adecuado para desarrollarse a través de sus propias inteligencias, ese es el camino!


¿Son las adaptaciones verdadera atención a  la diversidad? 

La respuesta es NO. Cuando descubrimos que  alguno de nuestros estudiantes o nuestro propio hijo o hija se ven afectados por dislexia, la premisa será interpretar que son pensadores viso-espaciales. 

Realizar este  magnífico hallazgo a edades tempranas nos brindará la extraordinaria oportunidad de entenderles y atenderles adecuadamente. 


Una vez seamos conocedores de que nuestros hijos o alumnos pertenecen a un grupo distinto de lo común, integraremos las adaptaciones conscientes de que conllevan un único propósito:

"facilitar el acceso de alumnos intelectualmente diferentes a procesos y contenidos ya existentes y que, como no fueron creados para encajar con sus capacidades, necesitan de transformaciones que las hagan más accesibles para ellos"  

“En ningún caso adaptar debe  priorizarse o utilizarse como vía o línea  de enseñanza a alumnos que muestran una marcada diversidad”


Conclusión


  Progenitores de hijos afectados por dislexia, asociaciones, investigadores y profesionales vinculados ella, trabajan con mucho amor y esfuerzo con el fin de conseguir la detección tempranavisibilidad, reconocimiento y adaptaciones. Gracias a todos ellos estas metas se están alcanzando aunque sinceramente creo que ya estamos preparados para dar el siguiente paso y crear un nuevo escenario.

Un escenario en el que los hijos de la dislexia dejen de pertenecer a un grupo de personas con ciertas dificultades de aprendizaje del lenguaje escrito para ser reconocidos como aprendices viso-espaciales . Un nuevo escenario en el que a ningún estudiante se le impida desarrollarse en sus  potenciales siendo  forzado a aprender a través de sus debilidades en pro de las fortalezas de la mayoría social.

La ciencia y la razón nos respaldan, por lo que de nuevo tanto progenitores como asociaciones, investigadores y aquellas personas que de forma directa o indirecta estamos vinculadas a dislexia, debemos de trabajar para crear este nuevo escenario y  conseguir  la detección temprana de las capacidades de nuestros hijos o  alumnos, visibilidad de las diferencias intelectuales de estos, reconocimiento de sus potenciales y capacidades así como las atenciones necesarias para promover el desarrollo de estas.


“Estos estudiantes disfrutan de otro tipo de inteligencia tan extraordinaria y valida como las del resto de sus compañeros"

 "Todos ellos tienen el derecho y son merecedores de ser educados a través de sus potenciales por lo que es imperativo que el objetivo primordial sea el reconocimiento de sus capacidades y la atención de estas”



   Nunca olvidemos que la vida de un estudiante y por supuesto de cualquier persona  debería de girar en torno a sus fortalezas y no a sus debilidades. Crecer inundado por tus debilidades creyendo que tus capacidades no son lo suficientemente válidas no es la vía adecuada de desarrollo personal, intelectual y emocional.  Por el contrario crecer a través de tus potenciales te ayudará a sentirte capaz ante los retos de la vida, que sin duda, serán cuantiosos y difíciles.


miércoles, 26 de octubre de 2016

Carta a Manuel Vázquez Uceda, Jefe de Servicio de Orientación Educativa y Atención a la Diversidad. Consejería de Educación Junta de Andalucía - España

A la atención del Sr. Vazquez 





Desde la asociación Granada con la dislexia (GRANDIS), nos han brindado la oportunidad de escribir una carta para compartir con usted cuales son las dificultades que nuestras hijos/as encuentran cada día en la escuela.

En casa soy yo quien presenta dislexia, por lo que en esta ocasión le hablaré en primera persona y acerca de mi experiencia como estudiante adulta.

Como bien sabe, dislexia es una característica neurobiológica que nos hace especialmente complejas, aquellas tareas que debemos desarrollar a través del lenguaje escrito y que además, esta característica nos acompañara durante todo la vida. Esto quiere decir, que aquellos adultos que decidamos continuar con nuestra formación, encontraremos por un lado nuestras propias dificultades y por otro, las dificultades y desigualdad que provoca el sistema educativo, su burocracia y la casi inexistente formación por parte del profesorado, para atender casos de dislexia en niños y mucho menos en adultos.

Está en mi deseo transmitirle, en un contexto positivo mi experiencia, pero me es casi imposible. En este aspecto, solo podré hablarle de matices y de personas excepcionales que han contribuido, positivamente, al éxito en mis estudios de Ingles en la EOI de Granada.

Le cuento mi caso para que entienda que con estas afirmaciones no hago demagogia.

En el año 2010, a mis 38 años comencé estudios de inglés en la EOI de Granda sin ser aún consciente de mi dislexia.  Conseguí llegar a tercero y por tanto la certificación B1, pero fueron tales las dificultades que me encontré durante esos tres años, que sumados  a los fracasos que de niña tuve en la escuela, me hicieron sospechar que había alguna dificultad en mi relación con el lenguaje escrito. Unos meses más tarde averigüe, que eso que me sucedía se llamaba dislexia.

Ya consciente de ello y tras la evaluación pertinente, conseguí mi certificado de dislexia el cual presenté en la EOI de Granada para solicitar las adaptaciones adecuadas, que me ayudaran a minimizar mis dificultades y con ello poder continuar con mis estudios de inglés. Pero el centro me hizo saber que yo era el primer caso de dislexia y que no sabían cómo atenderme, ni cuáles eran las adaptaciones que necesitaba.

Sin duda, fue frustrante la indefensión a la que me vi expuesta pero aún más decepcionante y significativo fue el hecho de comprender que yo era el primer caso. ¿Por qué no llegan estudiantes afectados por dislexia a las Escuelas Oficiales de Idiomas?

Durante los dos siguientes años, debido a la inexistente preparación del profesorado, no tuve ninguna adaptación en clase.  Para las evaluaciones, a parte de la excelente disposición y el buen hacer de la escuela, las adaptaciones no fueron más que un mal apaño y sin ningún tipo de rigor, aplicadas por docentes no cualificados para tal efecto.  Pero lo peor estaba por llegar.

Este año he luchado por conseguir mi certificación B2. Durante el curso he tenido la “suerte” de ser atendida por una profesora inexperta en dislexia pero con ganas de aprender. Esta joven maestra se ha involucrado conmigo atendiendo con dedicación y eficacia la diversidad que yo mostraba. En esta ocasión, gracias a ella y su implicación pude, durante todo el curso, dedicarme a aprender inglés con refuerzos constantes en mis debilidades y reconocimiento en mis fortalezas. Además, esta maestra se comprometió, a  que todo transcurriera con normalidad en los exámenes de junio. Mis adaptaciones por fin serían correctas y efectivas,  otorgándome la oportunidad de demostrar mi nivel de inglés, más allá de los retos que me suscita el lenguaje escrito.

El día 7 de junio de este año, fecha en la que me presenté a la convocatoria para conseguir la certificación B2 de inglés,  mi profesora, solo cinco minutos antes del examen, se acercó a mi para comunicarme una noticia, que le aseguro me hizo aguantar las lagrimas con todas mis fuerzas. La Junta de Andalucía, no había enviado ningún sobre con los exámenes adaptados para dislexia, tal y como ellos habían solicitado.

Una profunda tristeza se apoderó de mi al entender que todo mi esfuerzo, todo el tiempo dedicado, incluso todos los momentos que le había restado a mi hija de 9 años por sacar adelante mi B2, una vez más, se verían mutilados por el ineficaz sistema de atención a la diversidad educativa.

Sr. Vázquez, no podemos enviarle este mensaje a las y los  jóvenes andaluces que se ven afectados por dislexia. No podemos permitir, que los centros educativos no estén preparados para atender alumnos que seguro serán brillantes, pero que necesitan normalidad en la atención a sus diferencias y así poder, centrarse en sus estudios tal y como hacen el resto de sus compañeros. No lo podemos permitir.

Sr. Vázquez, me consta que es usted consciente de que tanto la actual exigencia académica como el feroz mercado laboral, exige formación en idiomas. Por lo que tampoco, podemos permitir que algunos colectivos, profesionales e incluso asociaciones  promuevan, que los idiomas presentan tal complejidad para los alumnos afectados por dislexia, que estos deberían estar exentos de estudiarlos.

No lo podemos permitir, porque esta afirmación no tiene ninguna base lógica ni  rigor científico, pero parece ser más fácil tirar el balón encima del tejado de los estudiantes, lavarse las manos y  hacerles creer que son ellos los incapaces. Es mucho más sensato y honesto, asumir la responsabilidad de formar a los docentes, para que puedan atender adecuadamente, la diversidad que estos alumnos presentan.

Estos jóvenes estudiante pueden hacerlo, por supuesto que sí, yo lo he hecho y lo he conseguido porque aun viéndome afectada por dislexia, digrafía, disortografía y discalculia, también me acompañan habilidades extraordinarias. Habilidades que me ayudan en otras áreas del aprendizaje y en concreto cuando hablamos de idiomas, me ayudan a ser buena en las destrezas orales, las más necesarias y alabadas para aprender y utilizar los idiomas extranjeros con éxito.

Pero para que los más jóvenes tengan confianza en ellos mismos y puedan conseguirlo como yo hice, nos tenemos que dejar de adaptaciones y ser de una vez por todas valientes.

Sr. Vázquez, hagamos los cambios pertinentes, para que los estudiantes que procesan el lenguaje de forma diferente puedan también aprender y demostrar lo aprendido de forma diferente, a través de sus fortalezas y de sus habilidades. Dejemos de ningunear sus diferencias y entorpecer su desarrollo, como hicimos en un pasado no muy lejano con las personas zurdas, que fueron obligadas a crecer en contra de su propia naturaleza.

Dejémonos de adaptaciones que como bien sabe solo son parches de dudosa calidad, mal aplicados por personas que no están cualificadas. Unas adaptaciones que decepcionan y quedan muy lejos de crear igualdad y ser verdadera atención a la diversidad.

Seamos valientes, para obligar en la formación a nuestros presentes y futuros docentes en materia de dislexia, porque solo conociéndola en profundidad, podrán impartir una educación justa y de calidad para todos.

Sr. Vázquez, ser valiente no es otra cosa que hacer lo correcto, aunque ello signifique hacer templar los cimientos de estructuras sociales y educativas erróneas.

Sé que usted es valiente, comprometido, conocedor profundo del tema que nos ocupa y lo más importante, sé que es usted la persona indicada y que está en el lugar y momento adecuado para conseguir  los cambios que este colectivo necesita. 

Por ello le pido, que no permita que creencias y corrientes educativas erróneas, obstaculicen la visión de los horizontes de los andaluces afectados por dislexia, no permita que se levanten  falsos muros y fronteras en muchos sentidos, pero en especial, con los idiomas.

También le pido Sr. Vázquez, que sus actuaciones sirvan para empoderar a las/los afectados y sus familias, para que entiendan que pueden llegar hasta donde se propongan. Promueva la formación obligatoria en dislexia para los docentes y  aumente la eficacia de las instituciones.

"Solo en este camino, podremos hacerles llegar un mensaje correcto y positivo a los hijos e hijas del talento que se ven afectados por el lenguaje escrito, un mensaje lleno de puertas abiertas y de un futuro sin límites, en el que se les respete  y se les permita ser diferentes, porque en sus diferencias reside su verdadero potencial"

Por ultimo, me gustaría agradecerle el tiempo que ha dedicado a leer esta carta, también su atención, implicación y sensibilidad con la que nos escucha y atiende.

Un cordial saludo
Ana Alganza