miércoles, 26 de octubre de 2016

Carta a Manuel Vázquez Uceda, Jefe de Servicio de Orientación Educativa y Atención a la Diversidad. Consejería de Educación Junta de Andalucía - España

A la atención del Sr. Vazquez 





Desde la asociación Granada con la dislexia (GRANDIS), nos han brindado la oportunidad de escribir una carta para compartir con usted cuales son las dificultades que nuestras hijos/as encuentran cada día en la escuela.

En casa soy yo quien presenta dislexia, por lo que en esta ocasión le hablaré en primera persona y acerca de mi experiencia como estudiante adulta.

Como bien sabe, dislexia es una característica neurobiológica que nos hace especialmente complejas, aquellas tareas que debemos desarrollar a través del lenguaje escrito y que además, esta característica nos acompañara durante todo la vida. Esto quiere decir, que aquellos adultos que decidamos continuar con nuestra formación, encontraremos por un lado nuestras propias dificultades y por otro, las dificultades y desigualdad que provoca el sistema educativo, su burocracia y la casi inexistente formación por parte del profesorado, para atender casos de dislexia en niños y mucho menos en adultos.

Está en mi deseo transmitirle, en un contexto positivo mi experiencia, pero me es casi imposible. En este aspecto, solo podré hablarle de matices y de personas excepcionales que han contribuido, positivamente, al éxito en mis estudios de Ingles en la EOI de Granada.

Le cuento mi caso para que entienda que con estas afirmaciones no hago demagogia.

En el año 2010, a mis 38 años comencé estudios de inglés en la EOI de Granda sin ser aún consciente de mi dislexia.  Conseguí llegar a tercero y por tanto la certificación B1, pero fueron tales las dificultades que me encontré durante esos tres años, que sumados  a los fracasos que de niña tuve en la escuela, me hicieron sospechar que había alguna dificultad en mi relación con el lenguaje escrito. Unos meses más tarde averigüe, que eso que me sucedía se llamaba dislexia.

Ya consciente de ello y tras la evaluación pertinente, conseguí mi certificado de dislexia el cual presenté en la EOI de Granada para solicitar las adaptaciones adecuadas, que me ayudaran a minimizar mis dificultades y con ello poder continuar con mis estudios de inglés. Pero el centro me hizo saber que yo era el primer caso de dislexia y que no sabían cómo atenderme, ni cuáles eran las adaptaciones que necesitaba.

Sin duda, fue frustrante la indefensión a la que me vi expuesta pero aún más decepcionante y significativo fue el hecho de comprender que yo era el primer caso. ¿Por qué no llegan estudiantes afectados por dislexia a las Escuelas Oficiales de Idiomas?

Durante los dos siguientes años, debido a la inexistente preparación del profesorado, no tuve ninguna adaptación en clase.  Para las evaluaciones, a parte de la excelente disposición y el buen hacer de la escuela, las adaptaciones no fueron más que un mal apaño y sin ningún tipo de rigor, aplicadas por docentes no cualificados para tal efecto.  Pero lo peor estaba por llegar.

Este año he luchado por conseguir mi certificación B2. Durante el curso he tenido la “suerte” de ser atendida por una profesora inexperta en dislexia pero con ganas de aprender. Esta joven maestra se ha involucrado conmigo atendiendo con dedicación y eficacia la diversidad que yo mostraba. En esta ocasión, gracias a ella y su implicación pude, durante todo el curso, dedicarme a aprender inglés con refuerzos constantes en mis debilidades y reconocimiento en mis fortalezas. Además, esta maestra se comprometió, a  que todo transcurriera con normalidad en los exámenes de junio. Mis adaptaciones por fin serían correctas y efectivas,  otorgándome la oportunidad de demostrar mi nivel de inglés, más allá de los retos que me suscita el lenguaje escrito.

El día 7 de junio de este año, fecha en la que me presenté a la convocatoria para conseguir la certificación B2 de inglés,  mi profesora, solo cinco minutos antes del examen, se acercó a mi para comunicarme una noticia, que le aseguro me hizo aguantar las lagrimas con todas mis fuerzas. La Junta de Andalucía, no había enviado ningún sobre con los exámenes adaptados para dislexia, tal y como ellos habían solicitado.

Una profunda tristeza se apoderó de mi al entender que todo mi esfuerzo, todo el tiempo dedicado, incluso todos los momentos que le había restado a mi hija de 9 años por sacar adelante mi B2, una vez más, se verían mutilados por el ineficaz sistema de atención a la diversidad educativa.

Sr. Vázquez, no podemos enviarle este mensaje a las y los  jóvenes andaluces que se ven afectados por dislexia. No podemos permitir, que los centros educativos no estén preparados para atender alumnos que seguro serán brillantes, pero que necesitan normalidad en la atención a sus diferencias y así poder, centrarse en sus estudios tal y como hacen el resto de sus compañeros. No lo podemos permitir.

Sr. Vázquez, me consta que es usted consciente de que tanto la actual exigencia académica como el feroz mercado laboral, exige formación en idiomas. Por lo que tampoco, podemos permitir que algunos colectivos, profesionales e incluso asociaciones  promuevan, que los idiomas presentan tal complejidad para los alumnos afectados por dislexia, que estos deberían estar exentos de estudiarlos.

No lo podemos permitir, porque esta afirmación no tiene ninguna base lógica ni  rigor científico, pero parece ser más fácil tirar el balón encima del tejado de los estudiantes, lavarse las manos y  hacerles creer que son ellos los incapaces. Es mucho más sensato y honesto, asumir la responsabilidad de formar a los docentes, para que puedan atender adecuadamente, la diversidad que estos alumnos presentan.

Estos jóvenes estudiante pueden hacerlo, por supuesto que sí, yo lo he hecho y lo he conseguido porque aun viéndome afectada por dislexia, digrafía, disortografía y discalculia, también me acompañan habilidades extraordinarias. Habilidades que me ayudan en otras áreas del aprendizaje y en concreto cuando hablamos de idiomas, me ayudan a ser buena en las destrezas orales, las más necesarias y alabadas para aprender y utilizar los idiomas extranjeros con éxito.

Pero para que los más jóvenes tengan confianza en ellos mismos y puedan conseguirlo como yo hice, nos tenemos que dejar de adaptaciones y ser de una vez por todas valientes.

Sr. Vázquez, hagamos los cambios pertinentes, para que los estudiantes que procesan el lenguaje de forma diferente puedan también aprender y demostrar lo aprendido de forma diferente, a través de sus fortalezas y de sus habilidades. Dejemos de ningunear sus diferencias y entorpecer su desarrollo, como hicimos en un pasado no muy lejano con las personas zurdas, que fueron obligadas a crecer en contra de su propia naturaleza.

Dejémonos de adaptaciones que como bien sabe solo son parches de dudosa calidad, mal aplicados por personas que no están cualificadas. Unas adaptaciones que decepcionan y quedan muy lejos de crear igualdad y ser verdadera atención a la diversidad.

Seamos valientes, para obligar en la formación a nuestros presentes y futuros docentes en materia de dislexia, porque solo conociéndola en profundidad, podrán impartir una educación justa y de calidad para todos.

Sr. Vázquez, ser valiente no es otra cosa que hacer lo correcto, aunque ello signifique hacer templar los cimientos de estructuras sociales y educativas erróneas.

Sé que usted es valiente, comprometido, conocedor profundo del tema que nos ocupa y lo más importante, sé que es usted la persona indicada y que está en el lugar y momento adecuado para conseguir  los cambios que este colectivo necesita. 

Por ello le pido, que no permita que creencias y corrientes educativas erróneas, obstaculicen la visión de los horizontes de los andaluces afectados por dislexia, no permita que se levanten  falsos muros y fronteras en muchos sentidos, pero en especial, con los idiomas.

También le pido Sr. Vázquez, que sus actuaciones sirvan para empoderar a las/los afectados y sus familias, para que entiendan que pueden llegar hasta donde se propongan. Promueva la formación obligatoria en dislexia para los docentes y  aumente la eficacia de las instituciones.

"Solo en este camino, podremos hacerles llegar un mensaje correcto y positivo a los hijos e hijas del talento que se ven afectados por el lenguaje escrito, un mensaje lleno de puertas abiertas y de un futuro sin límites, en el que se les respete  y se les permita ser diferentes, porque en sus diferencias reside su verdadero potencial"

Por ultimo, me gustaría agradecerle el tiempo que ha dedicado a leer esta carta, también su atención, implicación y sensibilidad con la que nos escucha y atiende.

Un cordial saludo
Ana Alganza

martes, 20 de septiembre de 2016

Más allá de la dislexia


   Dislexia será nuestra compañera de viaje durante toda la vida y con ello las dificultades que encontraremos en aquellas tareas que debamos desarrollar a través del lenguaje escrito, pero más allá de la dislexia nos encontramos personas corrientes y a la vez extraordinarias a las que nos acompañan fortalezas, destrezas y características propias que nos definen e identifican.

  En nuestras manos está la oportunidad de transmitir este mensaje a nuestros herederos, un mensaje correcto y positivo,  lleno de verdad, de puertas abiertas y de futuros sin límites. 


  Un mensaje de respeto y admiración a sus diferencias porque son en ellas donde reside su verdadero potencial. Diferencias asombrosas y excepcionales que son ninguneadas por una sociedad que encuentra en lo homogéneo la virtud y en lo diferente algo estropeado que arreglar para convertirlo, de nuevo, en homogéneo.


  Nunca olvidemos que somos diferentes, autores y protagonistas de nuestra propia historia, una historia personal, intransferible y finita que merecer ser escrita en primera persona.   Por ello no debemos permitir que los demás obstaculicen la visión de nuestros horizontes levantando falsos muros y frontera en el nombre de la dislexia y mucho menos en nuestro propio nombre o en el de nuestros hijos. 


  A lo largo de nuestras vidas nos encontraremos con muchos de estos falsos muros que los torrentes socio-educativos levantaran en  nuestro camino; uno de ellos “los idiomas”.

  Algunos colectivos, profesionales e incluso asociaciones  promuevan que los idiomas presentan tal complejidad para los alumnos afectados por dislexia que estos deberían estar exentos de estudiarlos. 

“Una afirmación sin rigor científico ni base lógica alguna”


  En lugar de lavarse las manos y tirar el balón encima del tejado de los estudiantes afectados por dislexia haciéndoles creer que son  ellos los incapaces, deberíamos asumir la responsabilidad de adquirir información y formación correcta para atender adecuadamente la diversidad que muestran. 

"Rompiendo fronteras que otros levantaron en nuestro camino"



  Expertos lingüistas de todo el mundo junto con  las escuelas más reconocidas, una de ellas “El Instituto Cervantes”, nos recomiendan abordar el aprendizaje de un idioma extranjero tal y como lo hicimos con el materno, dedicándole el mayor tiempo posible a las destrezas orales (comprensión auditiva y expresión oral) y de modo progresivo, enriquecer  estas con las destrezas escritas (comprensión lectora y expresión escrita).
  
 "Interactuar en pareja o en grupos  se impone como la metodología más eficiente de aprender un nuevo idioma, por encima de la gramática o el vocabulario que serán utilizadas como vías de enriquecimiento"


  Son pocos los centros educativos que promueven  el aprendizaje de idiomas extranjeros a través de las destrezas orales, la norma generalizada es  favorecer las destrezas escritas siendo estas las que toman protagonismo y a las que se les dedica, tanto en clase como con los deberes en casa, casi todo el  trabajo. 

   Esta tendencia generalizada y demostradamente errónea que basa el aprendizaje en la parte teórica y no en la  práctica, de nuevo favorece una situación de desventaja  entre los hijos e hijas de la dislexia que se ven obligados a aprender un nuevo idioma a través de sus debilidades;  “el lenguaje escrito”


   Métodos y tendencia equivocadas han conseguido confundirnos y es  por ello que desde la edad infantil crecemos creyendo que los idiomas se presentan muy complejos, casi imposible para nosotros asumiendo ¡erróneamente! que son nuestras debilidades las responsables de tal  dificultad.

      “Avanzar en las destrezas orales para abordar las escritas con mayor seguridad”


  Este es el sistema adecuado para cualquier  alumno pero en especial para aquellos que se ven afectados por dislexia. Estos últimos necesitan basar el desarrollo de sus habilidades lingüísticas en las destrezas orales antes de afrontar las escritas.

"Respetando este orden lograremos"
 En primer lugar: Promover un contacto positivo y adecuado a través de las habilidades más notorias en estos estudiantes,    afianzando las bases del nuevo idioma de un modo correcto y duradero.
En segundo lugar: Sentadas las bases orales y desde la participación activa de profesores,  alumnos y padres, podremos  construir métodos y rutinas efectivas que tanto en clase como en casa den normalidad en la atención a sus diferencias y ayuden a minimizar el efecto de dislexia en las destrezas escritas.
  Y por último, no por ello menos importante si no todo lo contrario, estaremos empoderando a estos estudiantes que verán en sus logros y avances como más allá de la dislexia también les acompañan habilidades extraordinarias que les ayudan en otras áreas del aprendizaje y en concreto cuando hablamos de idiomas les ayudaran a ser buenos en las destrezas orales las más alabadas y necesarias para aprender y utilizar un idioma extranjero con éxito.



 Autores y protagonistas de nuestra propia historia, una historia personal, intransferible y finita que merecer ser vivida en primera persona.

sábado, 20 de febrero de 2016

Hijos de las Estrellas

 De  la  mano de   la  astrofísica  y  la  neurociencia  podemos descubrir junto a nuestros hijos que es dislexia. 

 

     "Hijos de las Estrellas"


Cuando el sol se marcha a descansar y llega la oscuridad de la noche alzamos la mirada al cielo y vemos millones de puntitos brillantes que parpadean en el firmamento    “Las Estrellas” ⭐   Desde  aquí  todas parecen iguales pero cada una de ellas por si sola es extraordinaria,   única e  irrepetible. 



Desde hace  millones  de   años    los   planetas  se  forman  a  partir de estrellas  Supernovas.  Estas estrellas se llaman supernovas  porque al  consumir toda su energía   explotan creando a su alrededor una enorme nube de materiales,   gases y energía.  Esta nube poco a poco se va enfriando. Los materiales  que  la componen  comienzan  a unirse y  esto hace que surjan nuevas estrellas,  planetas, lunas  y otros pequeños astros.  

Imagínate   lo  excepcional que tuvo que ser la estrella supernova de la cual se creó  La Tierra,  un planeta diferente a los demás en el que surgió la vida,  un planeta en el que vives tú. 

Hoy, gracias a la ciencia comprendemos que la tierra, todos sus elementos y  los seres vivos que habitamos en ella nacimos de la luz y energía de una estrella.    Nuestro cuerpo, como todo lo que hay en este planeta, también está formado por materia que proviene del universo. Esto significa que tú también eres como las estrellas, una persona  única, extraordinaria e irrepetible.


Los  seres  humanos, para adaptarnos a las características de este planeta, hemos desarrollado  una parte externa esa que vemos si miramos hacia abajo o cuando nos plantamos frente al espejo, también es la que ven los demás. 


 

En el  interior,   bajo ese aspecto  externo, nuestro cuerpo se compone de distintas partes y órganos, también de sistemas muy importantes que hacen que todo funcione. Uno de estos órganos, quizá el más extraordinario de todos, es el cerebro. 



Cada cerebro de cada ser humano es como el universo, un espacio maravilloso y desconocido donde millones de destellos parpadeantes están conectados entre sí funcionando en armonía, como una gran orquesta sinfónica.

 A través de estos destellos,  que  están sucediendo constantemente, emergen los pensamientos, los sentimientos, los sueños, las ideas y también nuestra manera de ser,    aprender   y    percibir   lo   que nos rodea. 




Nuestro   cerebro   está  formado por dos mitades,  el  hemisferio   derecho y el hemisferio izquierdo.  Nuestros dos hemisferios cerebrales trabajan en  equipo para realizar un montón de cosas que hacen nuestros cuerpos.   Y también,  cada   uno de ellos  se encarga de  funciones  diferentes. 



Como ves cada hemisferio de nuestro cerebro tiene un montón de capacidades.  Con estas capacidades se  crean  los pensamientos  gracias a la información y experiencias que vivimos a través de nuestros 6 sentidos   ¿Recuerdas cuáles son?   Olfato/    Oído/    Vista/  Gusto/   Tacto   y   el sexto sentido dicen que es   La  intuición.



  

Hay  muchas,  muchas  personas  que  utilizan  constantemente las habilidades   que  hay    en el  hemisferio   izquierdo del cerebro que es en  donde  residen  las áreas  del lenguaje.  Esto significa,  que estas personas,   crean   sus  pensamientos  mediante las  palabras   y  con ellas  construyen oraciones para expresar sus  propias  ideas  o  también  para  entender y  escribir  lo  que  oyen. 


 

Y   luego  estamos  tú   y   yo  que  pertenecemos   a   un   grupo  reducido  de  personas   que   siempre,   siempre,     utilizamos  las habilidades que hay   en el  hemisferio  derecho de nuestros cerebros.   Estas  habilidades  son  las  que construyen   los   pensamientos  y   las   ideas  con   Imágenes.  Con estas imágenes, nuestro cerebro piensa y se expresa. 




  

Es posible que  de  toda  tu  clase,    tú  seas   la   única  persona  que  piensa  en  imágenes.   Por eso en muchas ocasiones puedes resolver situaciones  de   forma   más creativa que los demás.  También te encanta dibujar,  crear  artefactos  raros  y  siempre rondan por tu cabeza  un montón de ideas nuevas  que te gusta expresar a través de explicaciones llenas de detalles.    Y sobre todo,  a tu  cerebro  le encanta aprender viendo imágenes, o realizando trabajos prácticos. 



  

Al resto de tus compañeros,  que  piensan  en palabras,   se les da mejor  las actividades que son realizadas  a través de la lectoescritura.   Esto significa  que pueden comprender mejor lo que leen  y  memorizar textos con más facilidad.   Su letra suele ser más clara,   pueden hacer los dictados con menos faltas de ortografía  y   también   copiar  lo que  la  seño o el   profe  pone  en  la pizarra en menos tiempo.  


Esto de leer  y  escribir, te resulta un poco enredoso y algo complicado  ¿Verdad?

 Pues  a esto  que te sucede con la lectoescritura los científicos lo han llamado:



Dislexia,  qué raro  ¿No crees?   Me refiero a eso de  no poder leer y escribir con tanta rapidez   y   precisión como los demás,   te cuento.

Hace muy poco averigüe que a mí me sucede lo mismo que a ti y me pareció un tema tan extraño que me puse a investigar.    Al poco tiempo descubrí que nuestro cerebro,  además de pensar en  imágenes,  utiliza el pensamiento tridimensional,  es decir que pensamos en tres dimensiones (3D)   ¡ALUCINANTE!

  


¿Y qué es eso de tres dimensiones?

Te pongo un ejemplo: Los seres humanos gracias a nuestros 6  sentidos recogemos información de todo lo que sucede a nuestro alrededor.   Con esa información nuestra mente va encajando las piezas y  crea un puzle de aprendizaje. 

  

  

La mayoría de las personas hacen puzles planos en su mente, es decir, como esos que hacemos encima de la mesa. Y la mente de otras personas,  como la tuya y la mía,  hace puzles   tridimensionales. 




Lo mismo sucede con el lenguaje escrito.    La escritura se desarrolla en un formato plano es decir;     en un libro,  en un papel, en la pizarra o en el ordenador por ejemplo.

 

La mayoría de los seres humanos se sienten cómodos con este formato y a través de él pueden entender automáticamente lo que están leyendo o escribir automáticamente lo que oyen o piensan. 

Nuestro cerebro, al pensar por imágenes y  tener tan desarrolladas sus habilidades tridimensionales,  procesa el lenguaje escrito como si fuera una imagen que se mueve.    Es  por eso  que  antes de entender lo que leemos nuestra mente debe de  realizar varias tareas. 

  

Una de ellas es atrapar las letras que han entrado en nuestro cerebro y que   han cobrado forma y   movimiento, recuerdas “en tres dimensiones”. Después de atrapar las letras llega otra tarea, inmovilizarlas para que estén quietas  y  por ultimo ordenarlas para formar  las  palabras  o  frases. 

 

  

Sucede  exactamente igual cuando tenemos que escribir nuestras propias ideas o lo que escuchamos.  La información que está o entra en nuestro cerebro hay que transformarla en letras,  pero claro,    en nuestro cerebro  esas  letras  son  un  poco  inquietas y  les gusta moverse a su aire.


Esto de atrapar las letras, conseguir que estén quietas y después ordenarlas, aunque es algo increíble, no parece que sea una tarea fácil.

No,  pues  no es  nada  fácil  ya  que  nuestra  mente  lo que desea hacer en todo momento  es aprender y expresarse  a través de imágenes y formas.   Por eso  la lectoescritura tal y como está inventada es sencilla para las personas que piensan en palabras y  hacen  puzles  planos en su mente,   pero no para nosotros.   



  

Por eso cuando vamos a leer o escribir necesitamos estar muy concentrados,   también necesitamos que las letras sean más grandes y que estén más   separadas   para  atraparlas mejor.  Otra cosa que nos viene muy bien es que no nos metan prisa y que entiendan  que,   aunque somos muy pero que muy rápidos realizando otras actividades, con la lectoescritura necesitamos tomarnos nuestro tiempo.


Pero sabes que creo,  podríamos  crear  un  nuevo  lenguaje  escrito adecuado a  las habilidades de todas las personas, que sea un poco menos soso y plano, que tenga formas, colores y movimiento   ¿Qué te parece?

Ahora,   que gracias  a  eso que  llaman  dislexia  hemos  entendido un poco mejor  como  funciona  tu mente, es la hora  de que  tus padres, tus profesores y tú trabajéis en equipo para encontrar cuales son las formas de aprender que van mejor con tus habilidades.   


También  es hora de  ir a un entrenador  o  entrenadora  personal  que  te enseñe a mejorar  los  procesos  de  codificación   y  decodificación del lenguaje escrito.  O dicho de otra manera más sencilla,  entrenar a  tu  mente para  que  pueda   atrapar -  inmovilizar   y   ordenar  las  palabras con mayor agilidad..

 


 Cuando el sol se marcha a descansar y llega la oscuridad de la noche miramos al cielo y   vemos millones de puntitos brillantes que parpadean en el firmamento. “Las Estrellas”  Desde aquí, todas parecen iguales pero cada una de ellas por si sola es extraordinaria, única e irrepetible   ¡COMON  TÚ!