lunes, 18 de mayo de 2020

En el Océano de mi Vida





Mi nombre es Ana Alganza, te escribo porque  sé,  que al igual que yo, has experimentado una vida cargada de incógnitas que sembraron desasosiego en tu camino.  Como tú,  al nacer,  llegué a un mundo extraño que me hizo sentir fuera de lugar.  Y aunque fueron ellos los que me etiquetaron, entre otras cosas, como “rara”  mi voz interna repetía, una y otra vez, que todo estaba del revés, que nada tenía sentido y que los raros,  eran ellos.




Y en una frágil embarcación llamada infancia,  me perdí en el océano de  mi vida.

Las corrientes de las mareas sociales, me impulsaron a navegar aventuras prestadas de otros niños.  Mi cuerpo, mi mente e incluso mi consciencia crecieron a través de otras formas de aprender, alejándome de mi verdadera esencia. Era tan pequeña y aquellas olas tan grandes, que me abrumaron y me hicieron creer  que era merecedora de las tempestades.


   
“Solo me hicieron falta 40 años para reencontrarme conmigo misma”

 Pero antes, durante  esos 40 años, aprendí a comportarme como los demás. 


Para parecerme a ellos y no desentonar, me vi obligada a desarrollar habilidades que la propia naturaleza no me había concedido. Para poder participar de sus rituales sociales y encajar, inventé personajes de los que me disfrazaba cada mañana. Y también….


Construí un hermoso refugio en mi corazón donde me escondía cuando  aquella locura,  de ser quien no era,  me sobrepasaba.


Ahora, siento paz y sobre todo amor por mí misma. Sé que las leyes universales dictan que cada ser, cada acontecimiento, cada instante del espacio-tiempo es único e irrepetible. Ahora soy capaz de reconocerme en un planeta sublime, en el que cada atardecer, cada flor, cada ráfaga de brisa,  cada copo de nieve  existe solo una vez, también yo. 



La madre tierra, engendró para mí una forma humana compleja; Cuerpo + Mente +  Consciencia. Esta forma es diferente a cualquier otra criatura que alguna vez hayan existido, o esté por venir. Lo mismo sucede contigo. El Universo, a través de este planeta, ha creado un acontecimiento único en ti.  


Posees el Derecho Universal de ser para desarrollarte, experimentar y vivir la vida elevando el amor que te envuelve  a la máxima expresión,  porque eres una criatura perfecta.  Por lo que no tiene ningún sentido creer que la palabra dislexia,  habla sobre tu verdad. En ti no hay ningún desorden, todo lo contrario, eres la máxima expresión del deseo de la singularidad y de la vida. 


“Cada estrella en el firmamento es distinta y a la vez hermosa, al igual que lo eres tú ”
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Con todo mi amor dedico esta publicación a Penélope,  una sutil,  cálida y  hermosa estrella que resplandece en la noche oscura para  guiar a muchos corazones  perdidos.