Mi nombre es Ana Alganza, te escribo porque sé, que
al igual que yo, has experimentado una vida cargada de incógnitas que sembraron
desasosiego en tu camino. Como tú, al nacer, llegué a un mundo extraño que me hizo sentir
fuera de lugar. Y aunque fueron ellos
los que me etiquetaron, entre otras cosas, como “rara” mi voz interna repetía, una y otra vez, que
todo estaba del revés, que nada tenía
sentido y que los raros, eran ellos.
Y en
una frágil embarcación llamada infancia, me perdí en el océano de mi vida.
Las corrientes de las mareas sociales, me impulsaron
a navegar aventuras prestadas de otros niños. Mi cuerpo, mi mente e incluso mi consciencia
crecieron a través de otras formas de aprender, alejándome de mi verdadera
esencia. Era tan pequeña y aquellas olas tan grandes, que me abrumaron y me
hicieron creer que era merecedora de las
tempestades.
“Solo me hicieron falta 40 años para reencontrarme
conmigo misma”
Pero antes, durante esos 40 años, aprendí a comportarme como los
demás.
Para parecerme a ellos y no desentonar, me vi obligada a desarrollar
habilidades que la propia naturaleza no me
había concedido. Para poder participar de sus rituales sociales y encajar,
inventé personajes de los que me disfrazaba cada mañana. Y también….
Construí un hermoso refugio en mi corazón donde me
escondía cuando aquella locura, de ser
quien no era, me sobrepasaba.
Ahora, siento paz y sobre todo amor por mí misma. Sé
que las leyes universales dictan que cada ser, cada acontecimiento, cada
instante del espacio-tiempo es único e irrepetible. Ahora soy capaz de
reconocerme en un planeta sublime, en el que cada atardecer, cada flor, cada
ráfaga de brisa, cada copo de nieve existe solo una vez, también yo.
La madre tierra, engendró para mí una forma humana
compleja; Cuerpo + Mente + Consciencia.
Esta forma es diferente a cualquier otra criatura que alguna vez hayan existido,
o esté por venir. Lo mismo sucede
contigo. El Universo, a través de este planeta, ha creado un acontecimiento
único en ti.
Posees el Derecho Universal de ser Tú para desarrollarte, experimentar y vivir la vida
elevando el amor que te envuelve a la máxima
expresión, porque eres una criatura perfecta. Por lo que no tiene ningún sentido creer que
la palabra dislexia, habla sobre tu
verdad. En ti no hay ningún desorden, todo lo contrario, eres la máxima expresión
del deseo de la singularidad y de la vida.
“Cada
estrella en el firmamento es distinta y a la vez hermosa, al igual que lo eres
tú ”
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Con todo mi amor dedico esta publicación a Penélope, una sutil, cálida y hermosa estrella que resplandece en la noche
oscura para guiar a muchos corazones perdidos.