Cuando
hablamos de “adaptaciones” pareciera que en ellas se halla la única solución
con la que atender adecuadamente tanto las dificultades propias de la
lectoescritura como la diversidad intelectual que estos estudiantes muestran.
El
ser humano en su constante deseo de traspasar sus límites y compartir sus experiencias ha creado diversas
formas de comunicación, entre ellas el lenguaje escrito. Un lenguaje inventado que como tal debe de
ser enseñado y aprendido al contrario de lo que ocurre con el lenguaje oral, que es asimilado en la edad infantil de forma
espontánea por medio de la exposición.
El lenguaje escrito utiliza signos gráficos
como medio de codificación del lenguaje oral, signos que deberán de ser
decodificados nuevamente en el momento de la lectura.
Pero ¿por qué un grupo de seres
humanos no realiza con éxito esta decodificación de signos?
En
la neurociencia y la psicología evolutiva encontraremos la repuesta a esta
pregunta; diferencias en estructuras neuronales, sus procesos mentales y
manifestaciones conductuales, así como cambios sistemáticos atípicos. Aunque
también desde estas mismas fuentes, la neurociencia cognitiva y la psicología, hallamos
una explicación sencilla y lógica, mucho
menos extendida pero no por ello menos cierta.
“El lenguaje escrito no fue creado con patrones adecuados para
cerebros que se desarrollan a través de las capacidades viso-espaciales”
A
lo largo de los tiempos, la evolución del cerebro de los seres humanos se
declinó por un mayor desarrollo en su hemisferio izquierdo. Tal hecho inclinó
la balanza hacia las habilidades, destrezas y características que en este
hemisferio reside y a través de ellas, en su mayoría, el rumbo científico, tecnológico, social, cultural y educativo de
las sociedades humanas.
Una de estas declinaciones “el
lenguaje escrito” creado y desarrollado por los torrentes intelectuales
de los humanos, en su mayoría de pensamiento auditivo-secuencial.
La
otra minoría se compone de semejantes que heredaron un tipo de pensamiento
diferente, un pensamiento que se enciende en el hemisferio cerebral derecho y
que se conoce como pensamiento viso-espacial.
Pensadores
viso-espaciales que crecen y se desarrolla abrazados por un manto de intensidad
emocional y de creatividad inagotable. Individuos musicales que desde pequeños
encajan el puzzle de vida con mirada divergente y que caminan a sus anchas
dentro de la tridimensionalidad que nos envuelve. Seres profundamente
conectados con la razón y en los que el juicio holístico predomina sobre el particular
convirtiendo “el todo” en la respuesta a su existencia.
Pensadores
sorprendentemente intuitivos que neurológica y sensorialmente están diseñados
para aprender a través de las experiencias que incesantes, llegan a borbotones
por sentidos amplificados que están
conectados de forma continua y profunda con el entorno que les rodea.
Cuando
disfrutas de todas estas competencias acceder a un lenguaje escrito que se
desarrolla en un formato plano, falto de sentido en sí mismo y encorsetado en
patrones de aprendizaje que fueron creados por y para otro tipo de pensadores, lejos
de ser tarea fácil se convierte en una encrucijada que se enmaraña dentro de un
cerebro extraordinariamente complejo y diferente.
La lectoescritura
se aprende y perfecciona gracias a distintas áreas cerebrales que se activan en
los cerebros de los pensadores auditivo-secuenciales. "Estas áreas no se encuentran estimuladas en cerebros de pensadores viso-espaciales que se ven
afectados por dislexia" En ellos, como ya hemos visto, se despiertan otros campos diferentes que promueven capacidades distintas.
“Pretender enseñar a pensadores viso-espaciales empleando los
mismos métodos con los que impartimos la enseñanza a aquellos aprendices de
pensamiento auditivo-secuencial, además de ser neurobiológicamente imposible,
no parece tener mucho sentido”
Entender
la excepcionalidad de estas personas que desde niños avanzan y maduran acompañadas de competencias propias
y necesidades cognitivas diferentes,
debería ser la premisa antes de decidir cuál
debe de ser el rumbo educativo y cuáles
serían las atenciones y adaptaciones más
adecuadas.
Pensadores
viso-espaciales o auditivo-secuenciales
Podríamos
incluir a nuestros estudiantes en uno de estos dos grupos y con ello adecuar
nuestras escuelas a sus necesidades pero estaríamos incurriendo en un importante error pues, aunque en esta clasificación podamos encontrar respuestas
a algunas de nuestras preguntas sobre dislexia, la realidad es que cada
individuo es excepcional y se desarrolla a través de sus propias inteligencias.
Esta
no es una afirmación personal, esta es una evidencia que ya fue promovida en
2011 por nuestros más altos
representantes que otorgaron el premio Príncipe
de Asturias de Ciencias a Howard Gardner, precursor de la "Teoría de las inteligencias Múltiples", considerada decisiva para la evolución del modelo educativo
al tomar en consideración las potencialidades innatas de cada individuo.
“Transformar la escuela un lugar en el que cada individuo encuentre el espacio adecuado para
desarrollarse a través de sus propias inteligencias, ese es el camino!
¿Son las adaptaciones verdadera atención a la diversidad?
La respuesta es NO. Cuando descubrimos que alguno de nuestros estudiantes o nuestro propio hijo o hija se ven afectados por dislexia, la premisa será interpretar que son pensadores viso-espaciales.
Realizar este magnífico hallazgo a edades tempranas nos
brindará la extraordinaria oportunidad de entenderles y atenderles
adecuadamente.
Una
vez seamos conocedores de que nuestros hijos o alumnos pertenecen a un grupo
distinto de lo común, integraremos las adaptaciones conscientes de que conllevan un único propósito:
"facilitar el acceso de alumnos intelectualmente diferentes a
procesos y contenidos ya existentes y que, como no fueron creados para encajar
con sus capacidades, necesitan de transformaciones que las hagan más accesibles
para ellos"
“En ningún caso adaptar debe
priorizarse o utilizarse como vía o línea de enseñanza a alumnos que muestran una
marcada diversidad”
Conclusión

Progenitores de hijos afectados por dislexia, asociaciones, investigadores y profesionales vinculados ella, trabajan con mucho amor y esfuerzo con el fin de conseguir la detección temprana, visibilidad, reconocimiento y adaptaciones. Gracias a todos ellos estas metas se están alcanzando aunque sinceramente creo que ya estamos preparados para dar el siguiente paso y crear un nuevo escenario.
Un escenario en el que los hijos de la dislexia dejen de pertenecer a un grupo de personas con ciertas dificultades de aprendizaje del lenguaje escrito para ser reconocidos como aprendices viso-espaciales . Un nuevo escenario en el que a ningún estudiante se le impida desarrollarse en sus potenciales siendo forzado a aprender a través de sus debilidades en pro de las fortalezas de la mayoría social.
La
ciencia y la razón nos respaldan, por lo que de nuevo tanto progenitores como
asociaciones, investigadores y aquellas personas que de forma directa o
indirecta estamos vinculadas a dislexia, debemos de trabajar para crear este
nuevo escenario y conseguir la detección temprana de las capacidades de
nuestros hijos o alumnos, visibilidad de
las diferencias intelectuales de estos, reconocimiento de sus potenciales y
capacidades así como las atenciones necesarias para promover el desarrollo de
estas.
“Estos estudiantes disfrutan de otro tipo de inteligencia tan
extraordinaria y valida como las del resto de sus compañeros"
"Todos ellos tienen el derecho y son merecedores de ser
educados a través de sus potenciales por lo que es imperativo que el objetivo primordial
sea el reconocimiento de sus capacidades y la atención de estas”
Nunca
olvidemos que la vida de un estudiante y por supuesto de cualquier persona debería de girar en torno a sus fortalezas y
no a sus debilidades. Crecer inundado por tus debilidades creyendo que tus
capacidades no son lo suficientemente válidas no es la vía adecuada de
desarrollo personal, intelectual y emocional.
Por el contrario crecer a través de tus potenciales te ayudará a
sentirte capaz ante los retos de la vida, que sin duda, serán cuantiosos y
difíciles.