miércoles, 28 de noviembre de 2018

Como ave enjaulada




 Sentirse capaz, poseedora de una inteligencia natura, cargada de increíbles características y capacidades. Albergar una sabiduría interior que le hace creer en sus alas y saber que con ellas podría volar libre más allá de la realidad de otros seres y sin embargo, vivir atrapada en una jaula.

Y me pregunto ¿que pensara de sí misma esa pequeña y   fascinante ave?          

   Yo sé la respuesta.




!Que bellas y que extraordinarias son las otras aves de ahí fuera!  Mira como vuelan hasta donde su voluntad les pueda llevar. Yo siento dentro de mí una fuerza que me habla y me dice que yo también soy capaz, que tengo que ir más allá de estos fríos barrotes, que puedo hacer todo lo que yo desee hacer, pero...


   Yo no soy igual,  desde que salí de mi cascarón me metieron en esta jaula porque mis alas no se parecían a las de ellas, creo que están rotas. Al parecer sufro de algún síndrome, desorden, defecto, anomalía o lo último que escuché decir a un adulto que parecía saber de lo que hablaba. “Esa pequeña ave sufre una mutación genética cerebral incurable”


Claro, tonta de mí, que creí que la sabiduría de la madre tierra me había concedido unas maravillosas alas para volar.


Nacer con las increíbles posibilidades de una mente alegre, creativa, divergente, musical, atemporal, soñadora, artística, inventora, intuitiva y crecer dentro de las  actuales estructuras  educativas, es tan desconcertantemente injusto, como haber nacido pájaro y pasar toda la vida dentro de una jaula.


 “Libérate de los barrotes de esa jaula que te arrebató la alegría de crecer siendo tú misma, tú mismo. Cuando lo hagas, que tu valentía y esa nueva vida llena de amor por ti, sirva de ejemplo a tus hijos, a tu pareja, quizá a tus alumnos y a otras aves que al verte volar libre, sabrán de tu verdad y seguirán tu hermoso ejemplo”




Con  todo mi amor,  para  mi dulce,  libre  y maravillosa  hermana.

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